La pandemia de COVID-19 ha provocado una disminución de las actividades al aire libre, pero un aumento de la actividad en el interior. Este cambio en la intensidad del uso del suelo ha provocado cambios en los patrones de contaminación. El polvo urbano contaminado con metales pesados puede ser un riesgo para la población humana. Por lo tanto, el objetivo de este trabajo fue evaluar la contaminación provocada por metales pesados en el polvo urbano en interiores y exteriores debido a los cambios de uso de suelo durante la pandemia.

El muestreo fue realizado por los ciudadanos de Gómez Palacio. El número total de muestras de polvo urbano fue de 330, 50% muestras en interiores y 50% muestras en exteriores. Los elementos estudiados fueron Ca, Cu, Fe, K, Mn, Ni, Pb, Rb, Sr, Ti, Y, Zn y Zr. Los metales pesados se midieron a través de un XRF portátil; el factor de contaminación y el índice de contaminación de carga se utilizaron para evaluar el nivel de contaminación. El riesgo para la salud humana se evaluó con la metodología USEPA.

El Cu, Pb y Zn presentaron las concentraciones más altas en el interior que en el exterior de las casas, probablemente debido a factores domésticos, como la antigüedad de las casas y la pintura de las paredes. El Zn presentó el nivel de contaminación más alto entre todos los metales, en exteriores e interiores; espacialmente, los sitios muestreados en el noroeste, cercanos a áreas agrícolas, presentaron la mayor contaminación por Zn. El Pb tuvo un nivel de contaminación moderado en la mayoría de las muestras (60%), pero algunas muestras mostraron una alta contaminación por Pb.

Durante la pandemia de COVID-19, las personas permanecieron en el interior de sus hogares, lo que podría explicar las mayores concentraciones de metales pesados en el polvo, lo que nos lleva a pensar que una disminución en la intensidad del uso del suelo podría conducir a una reducción de las concentraciones de metales pesados en el polvo urbano. Sin embargo, esto aún debe probarse con otros estudios posteriores a la pandemia. Esto sería un aliciente para el trabajo remoto desde los hogares.

El riesgo para la salud se consideró dentro de los niveles aceptables para Cu, Fe, Ni, Pb, Zn. El manganeso y el plomo son especialmente peligrosos en los niños porque las vías de introducción de los metales pesados incluyen alimentos y bebidas, inhalación y absorción por contacto con la piel. Un estudio reciente reveló que solo el 26% de la población de la CDMX tenía una cognición normal, lo cual es de gran importancia porque este asunto impacta en los sistemas de salud, educativo, social, económico y judicial.

De este trabajo surgen dos recomendaciones: (a) las autoridades deben utilizar los valores de las concentraciones de metales pesados en el polvo urbano para generar políticas de prevención e instrumentar un sistema de monitoreo de la contaminación en y por el polvo urbano; también deben mejorar la limpieza de las calles; (b) se debe sensibilizar a los ciudadanos sobre los peligros del polvo urbano; se debe recomendar la limpiar las aceras y las paredes de las casas, usar zapatos diferenciados para el exterior y el interior, limpieza de cortinas, muebles y paredes en el interior de las casas, uso de chimeneas y sistemas de purificación de aire, entre otros.

Los niños corren un mayor riesgo en comparación con los adultos. La pandemia afectó la intensidad del uso del suelo, este estudio informa un efecto aparente de la pandemia en la cantidad y el tipo de metales pesados en interiores y exteriores.

Para más detalles ver: Pollution levels and potential health risks of potentially toxic elements in indoor and outdoor dust during COVID-19 era in Gómez Palacios City, Mexico.