El cultivo del aguacate ocupa alrededor de 200 mil ha de superficie en el estado de Michoacán, es controversial, por un lado, es el oro verde generador de riqueza y por otro lado es el destructor del bosque y el causante del bajo nivel freático de los acuíferos, que se ve en la desaparición de los lagos.

El cultivo del aguacate es el oro verde michoacano

México ocupa el primer lugar en la producción mundial de aguacate. El aguacate se cultiva en Michoacán, Jalisco, Estado de México, Nayarit, Morelos, Guerrero, Puebla, Chiapas y Yucatán, principalmente. La producción anual de aguacate supera las 2.5 millones de toneladas anuales, con un valor de la producción de $63,448 millones de pesos. El rendimiento promedio es de 10.8 toneladas por hectárea con un valor de $24,972 por tonelada. En México se consumen 10.7 kilogramos por persona al año. El aguacate se exporta a 48 países, donde los principales son: EE. UU., Canadá y Japón (SIAP, 2023).

El estado de Michoacán de Ocampo es el principal estado mexicano productor de aguacate, su producción rebasa los 32 mil millones de pesos. En Michoacán el aguacate de cultiva en 66 municipio, los principales productores son Tancítaro, Salvador Escalante, Ario de Rosales, Uruapan y Tacámbaro. Cifras oficiales revelan que la superficie cultivada con aguacate era de 158 mil ha en 2015 pero se estima que para el 2024 la superficie cultivada ronde las 200 mil ha (Figura 1). 

El cultivo del aguacate si genera riqueza, si puede decirse que sea el oro verde del siglo XXI en Michoacán; sin embargo, la riqueza no se refleja en la calidad de vida de los municipios productores, solo recientemente se habla de darles seguridad social a los jornaleros.

 El aguacate es el destructor del bosque

La transformación de los bosques en cultivos de aguacate en Michoacán es una realidad inobjetable, los principales municipios productores de aguacate son también los que más han transformado sus bosques en cultivos de aguacate, pero la deforestación también se está realizando en otros municipios, como por ejemplo Ziracuaretiro, Parangaricutiro, Acuitzio del Canje y muchos más.

En la figura 1 podrán ver la zona aguacatera, no es homogénea ni en tipos de roca, relieve, climas, tipos de vegetación ni en suelos, por lo tanto, no toda la superficie es apta para el cultivo de aguacate. Las zonas planas ya están ocupadas o con ciudades o cultivos, las zonas frías donde hay heladas no son aptas, las zonas con suelos someros tampoco son aptas, las zonas con rocas volcánicas someras tampoco lo son, en esas zonas no aptas para el cultivo del aguacate debería prohibirse el intento de su siembra, porque de todos modos no sería rentable esa actividad.

En la figura 2 hay un ejemplo de un intento fallido del cultivo de agucate por seleccionar un suelo no apto. Notese las “ollas de agua” abandonadas, sin uso, además de la deforestación. 

Hay zonas, territorios, terrenos, parcelas con aptitud intermedia para el cultivo del aguacate, ya sea porque el clima, relieve, rocas y suelos son medianamente aptos, donde el aguacate crece, pero con rendimientos que van de muy bajas, bajas a medias.

También hay terrenos de uso agrícola y pecuario que podrían reconvertirse a aguacatales, previo estudio de aptitud.

Por otro lado, el aguacate es un objeto, no un sujeto. La falta de gobernanza es la causa de la deforestación de los bosques, es una acción humana. El cultivo de aguacate debe regularse, incentivarse en los terrenos muy aptos y aptos, incluso en los de median aptitud, pero desincentivarse en los terrenos con no aptos, y en los de aptitud limitada (muy baja y baja).

Para la evaluación de la aptitud del cultivo de aguacate y otros cultivos hemos organizado un diploma en edafología aplicada, enseñaremos a realizar mapas parcelarios de la calidad de los suelos, utilizando sensores remotos (imágenes de satélite, drones) y sensores cercanos (colorímetros de sólidos, magnetometría edáfica, calidad de los árboles). También enseñaremos a identificar los perfiles de suelo con mayor aptitud agrícola para diversos cultivos.

Los esperamos en el Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental de la UNAM.

Para mayores informes: econtinua@ciga.unam.mx